martes, septiembre 09, 2008

¿Recuerdan aquel refrán que se puso de moda en los años 70 aproximadamente que decía "NO HAY JARDÍN SIN FLOR, NI HORTERA SIN TRANSISTOR"?. Pues hay que buscarle una nueva rima con los telefonillos móviles y los artefactos de música portátil, porque si entonces los señores se pegaban el radio-transistor a la oreja para escuchar el partido del domingo y los rockeros y más tarde los raperos se echaban el "loro" enorme al hombro para desparramar su música heavy o hip-hop por doquier, ahora los chavales (y chavalillas gritonas, también) ponen sus malditos artilugios musicales a pleno volumen en el metro y nos fastidian a los demás con esos ruidos ratoneros y estridentes que no contienen melodía alguna sino un ritmo chunda-chunda a causa, entre otras cosas, de que el aparatejo no está preparado para ser usado tan fuerte y distorsiona lo poco que de música pudiera tener al asunto. ¿Es que no tienen para unos cascos individuales o es que les gusta fastidiar? Y luego están las (suelen ser chicas, pero no es excluyente la tontería) que se reparten el sonido de un aparatito rompiendo la estereofonía (no deben saber siquiera que existe o la música la completan en su coco) al colgarse como artificiales siameses un auricular cada una. Claro que he leído que los ingenieros de sonido actuales, conscientes de esas idioteces, aplastan los tonos de manera que todo suena igual, lo pongas como lo pongas. Pues, hale... a ver a quien se le ocurre un refrancito para el asunto que quiera decir lo mismo que aquel: No hay manera de acabar con los molestos palurdos. Por no hablar ya de los imbéciles que van en coche con su ruido "musical" como para un concierto de tropecientos megavatios. a esos deberían meterlos en esas celdas de Guantánamo donde se tortura con música heavy sin parar durante días y días. A ver si aprenden un poquito de Educación Ciudadana, que no es sólo lo que dicen los curas y la derechona que es esa asignatura pendiente.

5 comentarios:

irrefleziva dijo...

En vista de la invitación a recibir comentarios te hago una visita.

No soy partidaria de no tener tímpanos a los 40, pero si te contaré porqué me dedico yo a subir yo el volumen de mi mp3. Muchas veces el excesivo ruido del metro en el intercambio de estaciones, especialmente en la línea 1 que recorro de cabo a rabo a diario, obliga a explotar la batería de estos curiosos aparatitos minúsculos pero con capacidad de emitir cantidades espectaculares de decibelios, porque si no es imposible distinguir las voces de las canciones del sonido de las vías.

A veces también es cómodo servirte del poder que te da el aumento del volumen para evitar a la cotorra Manolita, conversando con Paquita sobre la nueva hemeroteca de prensa rosa que ha descubierto en la peluquería del barrio vecino.

Aún así estoy de acuerdo contigo, el respeto a los demás debe ser una de nuestras prioridades, pero en la selva que es el metro de Madrid pocos consiguen que sus intereses se vean condicionados en favor de los de los demás. Y si no mira las luchas y las técnicas múltiples para conseguir un asiento.

Espero leer tu opinión sobre estas estrategias dentro de poco, siempre aportas un punto de vista fresco a actos cotidianos.

Un saludo

Alf dijo...

Saludos desde Barcelona!
la verdad es que aquí tambien sufrimos esos actos de agresión auditiva y de falta a las buens costumbres.
El caso es que la explicación la podría hallar un educador infantil, alguien que trate con adolescentes, pero en mi humilde opinión, me parece una acto de rebeldía, de autoafrimación y de necesidad de hacerse notar en una sociedad en la que continuamente te bombardean con el mensaje de que si quieres ser alguien, eso es, ser aceptado por tus prójimos, debes hacerte notar, que a veces viene a ser lo mismo que dar la nota.
La verdad es que a estos chicos los miro con condescendencia, más que con rabia.

Me gusta tu intención de dar importancia a aspectos de la vida que pudieran pasar despaercibidos, pero que son síntomas de los defectos de este mundo idiota.

Alf dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alf dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EL METRONAUTA dijo...

Me hubiera gustado leer esas entradas que el autor ha eliminado, pero al menos voy a aclarar dos cosas: Una, que aunque sean molestos los ruidos que salen de los cascos no me refiero especialmente a ellos sino a los que suben a tope su teléfono con música para que lo oigamos todos el vagón en lugar de llevar auriculares para sí mismo. Y dos, que evidentemente se trata de un problema de educación cívica y de que el enorme EGO que los papás de esos muchachos le han proporcionado al no educarles en el respeto a los demás, los lleva a que si les dices algo (me ha pasado varias veces) encima se solivianten, te manden a tomar por ... e incluso, un mierdecilla de unos 15 años me dijo que "se había quedado con mi cara y si me veía en la calle iba a ver lo que cobrar (evidentemente yo le contesté que desgraciadamente con sus edad yo estaba m´ñas indefenso que él.

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Madrid, Madrid, Spain
Soy fotógrafo de prensa en MADRID y además me gusta escribir. Tengo ya 60 años. Y opino que si no hubiera ni religiones con dioses ni ideologías totalitarias el mundo iría mucho mejor. No creo en la propiedad porque entré sin nada y así me iré de este mundo. Pero sonrío siempre que puedo a la gente (lo que produce efectos de todo tipo: unos se mosquean y otros me la devuelven). El cambio revolucionario lo están produciendo las mujeres al incorporarse a los usos del poder, así que espero que la sociedad vaya mejorando sin violencia y que el mundo detenga la locura de las guerras y los fanatismos para que algún día nuestros nietos vivan mejor. Mi otro Blog ¿POR QUÉ? es aún más descarado.