¿Será posible construir un nuevo partido de izquierdas, con los restos de IU y los montones de extraparlamentarios y descontentos, como propone con valentía Almudena Grandes?. Serán capaces de olvidar sus rencillas sectarias los antiguos comunistas, trostskistas, maoístas (éstos es difícil porque se pasaron todos salvo los del PCR que sostenía al absurdo y loco Grapo con armas y bagajes a la socialdemocracia a pillar puestos en cualquier lado y dejando de lado sus convicciones -ORT, PT, PCI, FC, PCml-) , sindicalistas revolucionarios, anarquistas o ácratas con sentido del cambio histórico. Ahora que la crisis del Sistema Capitalista da la oportunidad de dar alternativas y que, como decíamos cuando hablábamos como marxistas, las condiciones objetivas están dadas pero faltan las subjetivas: en primer lugar la conciencia masiva de la necesidad del cambio revolucionario, que no siempre ha sido o debe ser violento pero que tampoco lo excluye aunque no sea políticamente correcto decirlo, y en segundo lugar la existencia de un partido con ideas claras y voluntad de liderazgo que ayude a los desposeídos y sufridores de este mundo a levantar una sociedad verdaderamente libre y democrática, más igualitaria pero respetuosa con los derechos de todos y en la que las diferencias económicas no se conviertan en insalvables fronteras entre unos y otros. Eso que llamábamos SOCIALISMO y que no tiene casi nada que ver con lo que los gobiernos como el que tenemos o los de China o la extinta Unión Soviética levantaron para convertir el deseo de Revolución en una burla donde los burócratas se colocan como élite en perjuicio del resto de la población. Un sueño, vamos...