¿Por qué este año han muerto más de 50 periodistas cuando desempeñaban su trabajo y hay más de 200 encarcelados en distintos países del mundo, desde China y Cuba a Colombia, Turquía, Mejico o Irak e incluso Estados Unidos? He querido recordar ésto cuando un colega fotógrafo gallego, José Cendón, lleva un mes secuestrado en Somalia (el extraño nombre de Putlandia como país me recuerda al de "pulpo como animal de compañía") por los traductores -esta vez si que traidores del todo pues tras cobrar lo que les correspondía al llevarlos al aeropuerto prefirieron sacar mayor tajada de los dos profesionales que hacían un reportaje para el Telegraph londinense y los entregaron a los piratas del cuerno de África-.
Aquí estamos acostumbrados a que nos pidan la documentación constantemente, nos empujen y a veces nos desprecien como si fuéramos alguna clase de basura, debido a la mala fama que nos han dado esos a quienes llaman paparazzi y que a nosotros también nos avergüenzan en muchas ocasiones. Pero, por suerte en este país es peor ser humorista que fotógrafo en cuanto a los riesgos legales, como demuestran juicios como el de los "príncipes en la portada de El Jueves" o el del "oso Mitrofan cazado-cocido por el rey en Rusia", claro que muy pocos periodistas se atreverían a meterse con alguien de la Casa Real sabiendo como se las juega: en primer lugar te cierran sus puertas para todo independientemente de las medidas judiciales para las que siempre hay abogados, fiscales o jueces dispuestos a intervenir y además ningún medio de prensa, radio o televisión tiene valor para defender a quien haya cometido tal extravagancia, ni en uso de la constitucional Libertad de Información y Opinión. Ese tema es sagrado en un país que debería de ser laico. Por eso me voy a permitir criticar que el mensaje navideño del rey fuera hecho con un belén detrás, como si todos los españoles fueramos católicos, mientras que como revela una encuesta del periódico Público de hoy "Sólo el 6% de los españoles es fiel a la tradición católica, un 11% de los "practicantes NO cree en dios y sólo el 49% se traga lo del infierno". Es más, la mayoría de los jóvenes tiene más fe en los Ovnis, horóscopos, fantasmas y brujas que en Adán y Eva o la Virgen, los milagros, los ángeles o el demonio. Y eso que en estas fechas nos llenan de belenes y toda esa infantil coreografía cristiana las calles y los programas; claroque está claro que es con la sana intención de sensibilizarnos en tan "señaladas fechas" para que consumamos a tutiplén haciendo regalos absurdos y comidas exageradas de las que luego nos arrepentiremos para que ese ente abstracto que es "la economía" no falle y los pescadores de plusvalía tengan de donde tirar ahora que sus inversiones están paralizadas por el pánico a los que son más listos que ellos y roban más aprovechando el sacrosanto mercado libre.
Además, y volviendo al asunto de los periodistas, el próximo año parece ser que "viene el tío Paco con las rebajas" -como dice mi madre- porque se anuncian más de 3.000 despidos en el sector. A los anuncios del grupo Vocento (ABC, Qué, El correo, La Verdad, El Norte de Castilla, etc más un montón de revistas, NET tv, Intereconomía, Disney, Punto Radio y parte de Telecinco, etc, etc) de echar a más de 1.000 y de Zeta (Tiempo, El Periódico de Cataluña) de más de 500, la crisis de PRISA (liquidación de Localia e intento de deshacerse de Sogecable -Canal+ y la cuatro- que la arruina y que puede tirar de otros medios como El País, As, la SER o de las editoriales del grupo, la situación grave de El Mundo (hay una decena de fotógrafos colaboradores que han demandado a la empresa porque llevando de 10 a 15 años de trabajo diario se les ha dejado de llamar y sus ingresos han caído por los suelos), y eso mismo ocurre con otras secciones recortadas de páginas y demás. Los compañeros de distintas teles o radios con los que uno se encuentra en las citas de trabajo te cuentan cada día nuevas desdichas: veintitantos despidos en Libertad Digital, treintaitantos en Metro, y otros tantos en Onda 6, en Onda Radio, en ADN y así sucesivamente cada día. Da miedo ver la crisis de cerca, entre compañeros que dejan de venir y te enteras que ya no trabajan o que te anuncian que ya han puesto "las barbas a remojar" por que están recortando las del vecino. Y menos mal que en este país no seguimos la liberal norma tan del gusto de los ahora ocultos neocons (salvo Esperanza y cuatro de los suyos) de dejar al mercado a su aire sin cobertura para los trabajadores desempleados. ¡Ójala pase pronto esta tormenta o caiga el maldito sistema podrido y podamos establecer otro más justo y equilibrado! Pero, de momento, aún perdiendo empleos tenemos que recordar a los que pierden la vida o la libertad en otros muchos lugares del planeta: ESOS 50 PERIODISTAS ASESINADOS Y MAS DE 200 ENCARCELADOS.