domingo, diciembre 21, 2008

UTOPÍAS, EXCESOS Y DERECHOS HUMANOS: ULTIMÁTUM A LA TIERRA.
La Historia nos muestra que el camino de los humanos por vivir en sociedad y a la vez sentirse protegidos por ella ha generado deseos que, al pasar de lo individual como sueño a lo colectivo como utopía, se han encontrado con que los grandes afanes de uno podían desembocar en desgracia para otros.
Los hombres (y las mujeres, claro) no comprendían el mundo pero luchaban por engrandecerlo y mejorarlo, pero al no entender el mecanismo del Universo se habían amparado en lo irracional, mágico, divino para justificar todo aquello que se escapaba a su conocimiento. Por eso el hombre (y la mujer) era esclavo de Dios (de sus designios y caprichos) y lo adoraba y ofrecía sacrificios para calmar su ira sagrada o su vía incomprensible a la "salvación". Las leyes divinas (como el Pentateuco judío) eran brutales y las aplicaban sus servidores, los sacerdotes o profetas, que a veces podían incluso perdonar en su nombre (sobre una estructura mítica de tabúes y totemes). Las castas (o clases sociales, luego) estructuraban el orden de la sociedad con privilegios decrecientes y obligaciones crecientes desde el rey y su ejército, los sacerdotes, comerciantes, artesanos, siervos u obreros, etc hasta los esclavos y prisioneros capturados al enemigo (casi siempre con otro dios).
Y además, transversalmente, el sistema patriarcal salido de las sociedades de cazadores-recolectores con territorio, ponía en la escala siempre a los varones sobre las mujeres y lo niños, también a los ancianos sobre los jóvenes y, por supuesto, a los miembros de una nación o clan sobre los extranjeros, hostiles o amigables.
Pero lo que hemos dado en llamar Progreso social, es decir la mejora de condiciones de vida individual y colectiva gracias a los avances tecnológicos que la invención y curiosidad humana lograban cada tanto, desde la herramienta de cortar y la rueda a Internet y las vacunas, y la capacidad racional del pensamiento y el diálogo, también generaron de cada afán o deseo una utopía individual y colectiva:
El
deseo de ser libre por encima de todo (y la comprensión en las sociedades con esclavitud por motivos morales y luego prácticos también) elevó el afán hasta lo Libertario y la ANARQUÍA como modelo social.
El
deseo de Justicia y su afán colectivo también moral buscaron en los SOCIALISMOS un modelo de orden social justo por medio de la Ley (un sistema de deberes y castigos por incumplimiento equitativo para todos).
El
deseo de Igualdad y equiparación de clases y castas pretendió mediante la teoría COMUNISTA, hallar una sociedad igualitaria, que la práctica mandó al garete, tanto debido a las condiciones de inferioridad de quienes lo intentaron por primera vez en un mundo de predadores económicos con el permanente e insidioso asedio de sus enemigos mundiales, como por los abusos de poder y la corrupción de sus dirigentes.
Y es muy probable que el afán
ECOLOGISTA, dirigido a la protección medioambiental tan en boga ahora, pudiera desembocar en excesos tan cataclísmicos como todas aquellas teorías llevadas a la práctica sin pensarlo mucho, haciendo cambios sobre la marcha y sin prever las consecuencias del exceso fundamentalista propio de los entusiastas con una sola idea en la cabeza. Ahora es más difícil con la crítica desde todos los ángulos pero no imposible si se deja hacer a los "iluminados" por cualquier idea.
Por otro lado, los
poderosos, que desde el principio siempre han llevado el control de mundo pero ha ido perdiendo sistemáticamente privilegios: los reyes, aristócratas, clérigos, militares, políticos de élite, propietarios de la tierra y de los medios de producción, financieros, etc van a la defensiva pero no aflojan su mordisco mientras no se dan perfecta cuenta de que todo está perdido: resisten con violencia o uso legal y se defienden con saña de las libertades, de la justicia, del igualitarismo o del ecologismo, etc de todo en definitiva que pueda recortar sus privilegios y poderes. Y utilizan para ello no sólo la fuerza bruta, que también y sobre todo cuando tienen prisa por no perder, sino las trampas que han ido poniendo en el Sistema cada vez que algo ha tenido que ser rectificado en él por presión social: Por poner un ejemplo muy actual, pensemos en la Transición española con su Constitución de compromiso llena de apaños para conformar a unos y otros y la Memoria Histórica de los vencidos en la guerra civil y sus herederos como reivindicación del daño sentido en el pasado por parte de los que cedieron poder de represalia justa contra quienes tenían que ceder poder al pueblo al hacer el cambio legal-constitucional para no verse abocados a males mayores.
Son ese sector político-social que domina la economía y gran parte del régimen político por las buenas o las malas y que no ceja en su pretensión "natural" de seguir siendo los regidores del orden mundial (y nacional o regional) mediante todo un sistema ideológico basado en las antiguas creencias irracionales (la religión, lo mágico del carisma monárquico-aristocrático de viejas familias y próceres de la nación, que coincidían con propietarios terratenientes y luego burgueses de la industria o los medios de control social: ejércitos, iglesias, judicaturas, comunicaciones, etc., quienes utilizan para su control ideológico-político y con él frenar los avances sociales que recorten sus privilegios de sangre o propiedad a todos aquellos (llamados "tontos de los cojones" por un "ideólogo" cabreado pero que siempre existieron como lacayos del poder sin capacidad intelectual para comprender que lo eran: servidores salvaguarda y carne de cañón en caso de choque de los poderosos. Los cuales, disciplinados gracias al sistema opiáceo de la religión y otras creencias mágico-míticas, se ponían en contra de su propia clase social y al lado de sus amos, gracias a una educación autoritarista que introduce el miedo en la mente ante cualquier otro o cosa diferente a lo habitual, la gran forma de controlar masas.
La sociedad ha ido cambiando sus estructuras a causa de la correlación de fuerzas entre las clases no porque los privilegiados de antaño hayan cedido posiciones de buen grado. Pero al igual que los combativos esclavos proletarios o clases medias han modificado sus formas de lucha adaptándose a los tiempos democráticos y ya no se cortan cabezas de reyezuelos, salvo en circunstancias especiales críticas
(Ceaucescu) o en respuesta a agresiones, si bien los viejos castigadores de siempre suelen hacerlo para demostrar su poder (Bush vs Sadam), también esos viejos dominadores han construido a partir de las ideologías propias modernizadas unos partidos que, adaptándose a la corriente democrática del voto universal, les permitan seguir estando en el poder, aunque representen los contrario de los interese objetivos de sus votantes. Para ello se han montado estructuras de poder con gancho populista haciendo uso de la demagogia de las promesas incumplibles y agarrando a las capas menos reflexivas e inteligentes de la población en general, a quienes se dan migajas del pastel y con el gancho de los prejuicios ancestrales de corte religioso o étnico-cultural, dando como resultado esos partidos que se definen por las creencias en lo alto y por una especie de pragmatismo de tono bajo en las propuestas prácticas: son los democristianos, los populares o los nacionalistas que se aferran o bien al estado central como nación de todos o al terruño regional y su "VOLK" fuente de todos los valores y perspectiva del futuro político-étnico.
A ellos y dado que la población incluso moderadamente progresista sigue estando afectada por los mismo prejuicios totémicos y tabúes arraigados en creencias, de origen mítico-religioso, se añaden con frecuencia los partidos centristas procedentes de la izquierda y que ya abdicaron de su afán de cambio social, toda vez que el nivel de vida mediocre pero conformista de sus votantes ya no les incita a veleidades revolucionarias y además sus burócratas están afincados en el poder el cual peligraría si los cambios sociales pusieran en duda los cimientos de sus estructuras. Ese llamado "centrismo" al que dicen tender "populares" y "socialdemócratas" es un inexistente lugar de posesión virtual en los programas y la demagogia electoral con el que ambos preservan el compromiso de privilegios mutuos y la garantía de que cualquier cambio en uno u otro leve sentido se hace siempre para que nada esencial cambie de veras.
Pero hay un precipitado espumoso en todo ese proceso histórico que ha ido quedando por encima del hervir político de las clases y estructuras sociales, algo que por fundamentarse en la mejora del ser humano individual para construir una auténtica Humanidad para todos que sea respetuosoa con el resto de la vida sobre la Tierra. Y que, por ello, solo es respetada de palabra por los políticos de toda laya y habitualmente machacada en las cloacas del poder (lo que cuando sale a la luz genera un escándalo temporal que a veces sirve para corregir algún desaguisado y otras sólo para darnos cuenta de que TODOS LOS POLÍTICOS MIENTEN): son eso que un buen día de hace unas décadas se presentó en Naciones Unidas como DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS UNIVERSALES.
Son la ecuación de transversalidad esencial con la que se mide la Humanidad. No están al servicio de otro que el género humano y por ello no están contra todo poder social, ni contra los ancestrales abusadores siquiera, sino por la vigilancia y corrección radical de todo aquello que no sea LIBERTAD, JUSTICIA E IGUALDAD de los individuos.
Su fuerza moral no violenta ni judicial, libre de creencias rémoras que enfrentan a unos seres contra otros por motivos ideológicos, emocional en su sentido más puro, el que une en elemental solidaridad al que sufre y a quien puede evitarlo sin que ninguna ley divina o étnico-cultural se lo indique, sólo por empatía radical.
Además, y más allá de lo que pudiera parecer por su carácter fundacional humanístico, no son una Utopía sino un objetivo asequible, un compromiso colectivo laico.
Algo por lo que, si se dedicaran una centésima parte de los dineros y esfuerzos que se dedican a restablecer la podredumbre insana de la Sociedad Capitalista de Consumo favoreciendo a los propietarios de grandes negocios financieros o industriales en lugar de los que padecen los males del sistema, podríamos alcanzar pronto el Paraíso Terrenal real: la eliminación del hambre y la sed, de las enfermedades más terribles, de las lacras de pobreza e incultura, de las guerras y sus secuelas de miseria moral y económica, de las torturas y penas inhumanas, de la barbarie machista y contra los menores, de los abusos de poder en todos los ámbitos desde la escuela y el laboral a lo político y militar.
No es que sean una panacea, es que son la posibilidad de salvación real del género humano que, como los lemins y los dodós se aboca a la extinción irredenta por la violenta forma de consumir recursos del planeta en que habitamos (y no tenemos otro, lo que parece no importar a las últimas generaciones de irresponsables seres que sólo buscan su bienestar presente sin pensar en lo que habrán de arrostrar sus nietos).
Desde luego que convencer a los dirigentes y sus acólitos es tarea imposible, pero para todos los demás es el Grial, la última esperanza, sobre todo si tienen conciencia de especia y sistema de vida y pretendemos que la Humanidad perviva en este extraño Universo, que ya vamos comprendiendo.

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Soy fotógrafo de prensa en MADRID y además me gusta escribir. Tengo ya 60 años. Y opino que si no hubiera ni religiones con dioses ni ideologías totalitarias el mundo iría mucho mejor. No creo en la propiedad porque entré sin nada y así me iré de este mundo. Pero sonrío siempre que puedo a la gente (lo que produce efectos de todo tipo: unos se mosquean y otros me la devuelven). El cambio revolucionario lo están produciendo las mujeres al incorporarse a los usos del poder, así que espero que la sociedad vaya mejorando sin violencia y que el mundo detenga la locura de las guerras y los fanatismos para que algún día nuestros nietos vivan mejor. Mi otro Blog ¿POR QUÉ? es aún más descarado.