TRATA DE MUJERES
Hoy contaban los informativos que había caído una red de "trata de mujeres chinas", creo que en Barcelona. Supongo que no les habrá costado mucho trabajo a los investigadores si los anuncios de prostitución están tan al día como en Madrid. en periódicos serios y hasta de derechas (ABC, La Razón, El Mundo), que hacen campaña contra todo lo que lleve a cabo el gobierno para liberar a las mujeres del trato degradante y discriminatorio en el mismo número con titulares como "Aído deja a las niñas en paz" en relación con el proyecto de ley del aborto, y en otros tan serios como los otros pero más "centrados" (El País) se pueden ver unos provocativos anuncios en los que se ofrecen chicas chinas de 18 años (lo que evidentemente quiere decir que son menores) y "muy cariñosas" (a veces dicen "japonesas", "asiáticas" o "de Hong-Kong", pero es posible que sean las mismas que rotan entre burdeles porque se las venden o pasan de unos proxenetas a otros como si fueran mercancía). Yo no estoy en contra de la prostitución libremente escogida por aquellas mujeres adultas y en plenas capacidades decisorias que eligen esa manera de ganarse la vida porque no tienen prejuicios sexuales o hasta porque les gusta ese trabajo, aunque la mayoría de las veces esa es una ilusión que se haya en el imaginario masculino como las de los violadores que aseguran que "cuando una mujer dice No lo que quiere decir es SI y que todas van provocando porque desean ser violadas. Pero si de las que son secuestradas, forzadas o esclavizadas bajo amenaza personal o familiar, con deudas extorsionadoras y violencia como ocurre con la mayoría de las extranjeras a las que se retiene y explota, tortura y viola para obligarlas a ejercer una profesión que no desearían si pudieran elegir. Pero me parece vergonzoso que la prensa (menos PÚBLICO y 20 Minutos que advierten en sus periódicos que no admiten esa clase de publicidad) gane dinero gracias a ello. Y, es verdad, que últimamente hay muchas de chicas chinas, siempre presentadas como "sumisas, jóvenes, cariñosas, muy dulces", etc y que esas redes de tráfico esclavista basado en el sexo podrían desarticularse con facilidad simplemente con que la policía mire en las páginas de anuncios por palabras de los periódicos. Espero que nadie llame a los teléfonos de las fotos, pero no he podido borrarlos por ser demasiados.