INJUSTA JUSTICIA
Jueces contra la Democracia, Manos sucias contra un juez estrella estrellado, La dignidad contra la justicia o quien juró los Principios del Movimiento (franquista) se siente molesto cuando se quieren juzgar los crímenes cometidos por franquistas, juez y parte que no se recusa a sí mismo por su pluriempleo pero participa del juicio al otro... Se me ocurrían un montón de títulos chascarrillo para manifestar mi indignación por la persecución a que están sometiendo al juez Garzón sus propios compañeros de profesión posiblemente por motivos ideológicos más que por otra cosa. Ya sé lo delicado que es hablar de estos asuntos, pues por un quítame allá esas pajas se te viene encima una querella de alguien y no hay juez que te ampare si te has manifestado contra ellos. Pero es que no me puedo callar. No sé si Garzón mete mucho la pata en sus tramitaciones y no deja bien hechos los sumarios y todas esas cosas de que se le acusa habitualmente en esos mentideros, pero lo que también es cierto es que ha metido el dedo en tantas llagas purulentas para sanear la ética de los ciudadanos del mundo que no es extraño que haya cosechado tantos enemigos públicos incluso entre quienes aparentemente tendrían que estar de su lado. Ha destrozado a ETA y su entorno, a los presuntos corruptos del PP los tiene en vilo (Gürtel) y sus sumarios han abierto las vías profundas de malversaciones y financiaciones probablemente ilegales, atacó al miniguerrero con bigote amigo de Bush cuando lanzó una guerra, a las cárceles ilegales de Guanténamo y a los criminales dictadores militares argentinos de la Junta de Videla y al chileno Pinochet a quien tuvo encerrado en Londres primero (hasta que le ayudaron Thatcher y Blair a escapar de la justicia) y en su país después hasta su indigna muerte, se metió con el PSOE cuando la corrupción lo invadió y con el PP cuando lo está convirtiendo en un partido de "conseguidores" con amiguetes queridos a los que enriquecer a comisión y, sobre todo para los que siempre confiaron en la impunidad que su Ley de amnistía (la de Punto Final argentina pudo ser revocada cuando se pasó el momento del chantaje militar amenazando golpes) de la Transición les permitiría vivir tranquilos a pesar de las fechorías cometidas por ellos y sus grupos afines bajo el palio del dictador Franco, cómodos con sus muertos a los que siguen aclamando pero incómodos si los de los que sufrieron la derrota salían de las cunetas y los pinares para ser enterrados con la dignidad que merecían, puesto que luchaban en el lado de la Ley (la República) y si bien muchos se excedieron (en ambas partes el odio llevó demasiado lejos) no fueron ellos quienes "vencido y desarmado el ejército rojo" los humillaron, torturaron, persiguieron, encarcelaron, fusilaron y arrojaron a fosas sin nombre para que no pudieran ser recordados. Por eso, una coalición de hecho de falangistas, tardofranquistas, meapilas, envidiosos corporativos, resentidos de toda laya ha decidido atacar con todo al juez Garzón, ese hombre (y como tal con sus defectos y vanidades) que los ha metido en procesos y a quien en todo el mundo admiran por su valor y entereza. Yo no soy de Garzón, pero ahora que todos esos le roen las canillas estoy con Garzón y con la Historia, para que de una vez por todas la reconciliación pueda hacerse con justicia y no con iniquidad manifiesta. Y para que igual que se juzgó a los etarras, a los podridos del Psoe y a tantos otros se pueda ahora llevar a juicio a los putrefactos bajos y altos cargos del PP y a los criminales ocultos de postguerra aunque sólo sea para retirar sus nombres de las calles y los monumentos que les hicieron otros asesinos o lameculos, pero sobre todo para que de una vez por todas en este país deje de haber justicia de derechas y justicia de izquierdas (ésto es un decir, claro) para haberla para todos.
Y, hablando de injusticia, qué me dicen de esa sentencia en la que un juez canario condena a una revista que relató la corrupción urbanística en un ayuntamiento de Lanzarote (Arrecife), y que tras la condena del secretario municipal implicado (un tal Felipe Fernández Camero, destituido ya de su cargo por incompatibilidades manifiestas de su cargo y por procesos penales sobre licencias inmobiliarias ilegales, tráfico de influencias, prevaricación, cohecho y demás en juicios en los que además hace de abogado defensor). Pero éste ha porfiado por "su honor" y ha conseguido que multen a la revista "Cuadernos del Sureste" que lo contó con 15.000 euros. ¡Viva la libertad de información! ¿no?. estamos otra vez como con los dos redactores de la cadena SER a los que se impuso cárcel, inhabilitación y multa por dar la lista del aluvión de afiliados interesados y todos con el mismo domicilio en Boadilla para ganar a trampas unas elecciones internas que favorecían a los presuntos corruptos de esa localidad y hacer prevalecer así también intereses inmobiliarios sobre la legalidad. ¡Qué mundo éste- que decía Vázquez Montalbán- en el que es necesario demostrar lo evidente.!
¿No sería mejor que en aras de la justicia se jubilaran cuanto antes los magistrados que no son capaces de dar con la Justicia y vinieran nuevos y quizás más justos?.