Todo esto de la gripe A, porcina o americana, la llamen como la llamen, un virus de influenza, dirán por allá, se está desmadrando. En el otro blog (El Metronauta) ponía yo ayer una foto de una mujer en el Metro de Madrid con mascarilla, justo el día que estuve con la ministra de Sanidad y la presidenta de la Comunidad de Madrid que aseguraron van a poner a disposición de los habitantes de este país un 40 % de vacunas y tendrán hasta un 60 % preparadas por si acaso. Por si acaso ¿qué? ¿Se han creído que esto es la peste negra o la viruela? Alguien (dicen que detrás de la propiedad de los laboratorios está el infecto Rumsfeld, secretario de estado de Bush y mentiroso supremo capaz de montar guerras en cualquier parte del mundo por un gánate allí unos dólares) se va a forrar a base de bien. Y para eso están creando (los medios de comunicación como siempre colaborando en el caos) un ambiente de pánico al contagio. Menos mal que el ministro de Educación ha decidido no cerrar los colegios y guarderías porque si no la confusión llegaría a un extremo fatal, los padres y madres no sabrían que hacer con los niños para que no salieran de casa a infectarse, en los mercados todo el mundo tendría que ir como atracadores tapados y las vecinas no se saludarían por no conocerse o por si acaso. Se sabe que este tipo de gripe es mucho menos contagioso que el estacional de todos los años y que mata menos también, pero es como si la gente necesitase siempre estar en peligro de algo gordo y las autoridades tuviesen que procurárselo cada año para dar seguridad sobre la inseguridad de la vida. La vida es lo que tiene... que tiende a acabarse siempre.
Todos hemos de morir y a nadie le apetece que sea antes de hora. Pero existen montones de causas de superior importancia real por las que dejaremos este mundo que una gripe (aunque esta la contraigan presidentes, como Uribe y Arias) y tratamientos adecuados para que, salvo las personas con otra clase de riesgos (yo mismo, no se vayan a creer) no fallezcan a la primera de cambio.
Por no hablar, como decía en el otro blog, del colapso en la Sanidad Pública que se va a armar dentro de unas semanas cuando lleguen las vacunas y toda la gente sensibilizada por estas campañas de terror vayan (vayamos) corriendo a ponernos a la cola de los pinchazos para pasar cuanto antes el trago suave y evitar el amenazador riesgo que es como un fantasma recorriendo el mundo occidental, como si los nuevos inmigrantes o alienígenas patógenos nos invadieran por el aire que respiramos para liquidarnos. Y lo que va a suponer de deterioro de los ya congestionados centros de Salud Pública donde de producirse las aglomeraciones previas se van a dar más contagios que evitaciones.
En nuestra sociedad actual nos han acostumbrado los líderes del planeta a estar siempre en vilo, cuando no es por una guerra o amenaza terrorista es por un pandemia o una ola de accidentes del transporte, los huracanes y tifones, los tsunamis y volcanes, los terremotos y las contaminaciones criminales y siempre, en este mundo occidental, el peligro de los inmigrantes que vienen a robarnos el trabajo y a inundar nuestros centros sociales de salud, educación, diversión o ideologías religisosas. La cuestión es que estemos atemorizados para vendernos su política financiera y las que lo acompañan para hacerse ricos como si fueran panaceas liberadoras. No hemos terminado un susto cuando ya nos están montando otro. Y cuando además se tiene una oposición política conspiranoica y quisquillosa como la de este país, donde los casos de corrupción y espionaje se reconvierten en ataques al sistema democrático y sus instituciones sean la judicatura, la policía, los partidos contrarios o los medios de comunciación para echar la mierda propia sobre los demás y hacerse los mártires, y esa horrorosa oposición sin principios es capaz de presionar al gobierno con lo que más duele a los miedosos, como el terrorismo, la salud, la delincuencia, etc y los gobernantes son tan débiles y tontos de tragarse el sapo para dar satisfacción a sus enemigos políticos en vez de combatirlos con razones de peso como pruebas (judiciales, policiales, científicas, ...) e implementa un gasto público innecesario y unas normas preventivas seguramente excesivas por quedar bien. Pues pasa lo que pasa... que tenemos al país aterrorizado con una miserable gripe o pendientes de si al Partido Paranoico se le ocurre alguna otra maldad con la que atribularnos.
Un desastre. Espero que ni usted ni yo la pillemos, pero vaya despropósito.