La mentalidad fundamentalista se arraiga en una estructura autoritaria basada en prejuicios mágico-religiosos. Aunque el nihilismo puede llegar a jugar el papel de una creencia fundamentalista cuando se añade a él una utopía o un pánico social que cierre la perspectiva del pensamiento libre y evite profundizar el problema que los angustia, quedándose en la silueta de una forma que observa aterrorizado por el prejuicio (como un pato la de un halcón o un ratón la de una serpiente). Es muy difícil, por no decir prácticamente imposible, desarraigar el prejuicio que se ha imprimido en niños pequeños porque está atado emocionalmente a la respuesta automática. En las mujeres que han sido educadas para vivir sometidas a los varones produce un síndrome lleno de angustias de indefensión y docilidad, que las hace culpabilizarse por responder negativamente. En los varones, por el contrario, se da un doble clic arriba y abajo que establece la sumisión al jefe, pero revierte abusivamente sobre sus "inferiores", como las mujeres o los subordinados a su cargo, la violencia acumulada y no puede permitir ninguna clase de rebelión contra la autoridad establecida. Por eso, cuando una mujer considerada de su propiedad (y tengamos en cuenta que así se las entregan los padres en el matrimonio secularmente) no acepta las decisiones tomadas por él, y sobre todo si ella ha logrado desprenderse ligeramente del miedo a ser esclava de por vida y se rebela, decide emanciparse, buscar nuevas amistades o un amor que no sea su dueño, entonces el macho sale de dentro para machacar con toda la furia que la sociedad le ha otorgado en el pasado y castigar la insolencia con la dureza más extrema posible. Luego, e incluso antes, sabiendo que los cambios sociales lo dejan como un retrógrado y que no será celebrado su acto brutal, comprende también irracionalmente la imposibilidad de seguir en este mundo sin lavar su crimen, e intenta al menos "suicidarse".
Poner coto a los asesinatos sistemáticos de mujeres en trance de emanciparse del yugo marital, o de jóvenes novios que van por ese camino, solo se conseguirá el día que la educación sea igualitaria de verdad, es decir no sexista, no discriminativa en los roles sociales, no proteccionista de las niñas para poderlas abusar cuando crezcan, no permisiva con los actos violentos de los niños "porque son niños", no basada en el éxito individual por encima de todo sino en el bienestar colectivo, etc. Se trata de pensar ya en como queremos que sean nuestros hijos e hijas, antes de que por la vía de la inercia social se conviertan en criminales y avergüencen de verdad a su familia y a su género.
Tenemos que cambiar ya desde abajo o la próxima generación estará llena de mujeres asesinadas.
Las reflexiones y dudas de un fotógrafo metronauta que ya no cree en casi nada y espera poco de quienes dirigen el mundo, el país e incluso la ciudad. Por si alguien las quiere compartir y discutir.
miércoles, septiembre 06, 2006
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- EL METRONAUTA
- Madrid, Madrid, Spain
- Soy fotógrafo de prensa en MADRID y además me gusta escribir. Tengo ya 60 años. Y opino que si no hubiera ni religiones con dioses ni ideologías totalitarias el mundo iría mucho mejor. No creo en la propiedad porque entré sin nada y así me iré de este mundo. Pero sonrío siempre que puedo a la gente (lo que produce efectos de todo tipo: unos se mosquean y otros me la devuelven). El cambio revolucionario lo están produciendo las mujeres al incorporarse a los usos del poder, así que espero que la sociedad vaya mejorando sin violencia y que el mundo detenga la locura de las guerras y los fanatismos para que algún día nuestros nietos vivan mejor. Mi otro Blog ¿POR QUÉ? es aún más descarado.
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